Cecilia Ortiz

Born 1951 in San Casimiro, Aragua State.  Lives in Caracas; teaches poetry workshops and contributes to newspapers and magazines.  Also paints and draws. Poetry collections: Trebol de la Memoria, 1978; La Pasión Errante, 1985; Autorretrato, 1993; Naturaleza inventada, 2004; Entremarino, 2006, Daños espirituales, 2007. Her poems celebrate moments of amorous fulfillment and explore the desolation of misunderstanding and abandonment.

English Translation

PARA SECARME EL TEMOR

Entonces, tú como te dormiste, yo pensé,
ojalá te hiciera la autopsia, ojalá te desmenuzara
en plumas,
estabas callado y ausente,
fue cuando dije una frase bonita y la guardé
me diste un beso encuentro-despedida
te abracé con mucha fuerza como a una toalla,
para no caer ni del beso ni del baño,
un beso estilo recuerdo
para secarme el temor.

 

Por todos los ángulos de la tierra
encuentro tus palabras regadas.
He aprendido a equivocarme.

Perfiles oscuros dibujan la noche
nos colocan
inalcanzables.

Lanzo miradas espías
camino ríos cuando duermes
por encontrarte.

 

Qué no daría por sacar de las raíces
tu vida.

Qué no daría por cerrar mis ojos
en tu calma.

 

Qué hago ahora que vengo
del planeta de tus brazos.

No me reciben.

No entienden mi desafuero.

Cambiaron las formas,
se expanden en llamas.

No se contienen.

Me dejaste una pasión
que ahora no sirve a nadie.

 

Ese recuerdo
lo separé, le di vueltas, lo borré.

Transformado, disfrazado
allí estaba como una soga

            rozando el cuello

quebrando cualquier luz del presente
Estampando de crisálides imposibles
                        la vida.

 

Así se ve todo, amor,
a navegar en este ancho y rayado mundo.

Tú volarás sobre los perfiles acuáticos
que me enseñaste.

Yo quedaré para descifrar las auroras.

Si nos encontramos,
qué cerca está el mundo.

Una bella ciudad nos enlaza
con su sombra.

Estaré puntualmente en la mirada
a la hora convenida y descrita por el sol.

 

INVERNADERO

Ni las diamelas ni los lirios
Ni las orquídeas
La manzanilla    la enredadera arraigada
Afectarían mi débil heroína
No conocí ni las praderas ni los trigales
Estoy perdida en las palabras que crecen en otro jardín
Fecundo es el aroma del ensueño
Encuentro la ausencia de tantos animales en la jauría humana
Por eso no me levanto


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